Empresas del norte de Madrid activan planes de contingencia tras el mayor corte eléctrico de la década. La digitalización y los generadores, claves para mantener la operatividad

El apagón que dejó a oscuras a toda España el pasado lunes tuvo un impacto directo en el tejido empresarial de Alcobendas. Considerado uno de los principales polos económicos de la Comunidad de Madrid, el municipio activó rápidamente medidas de recuperación que han permitido contener los daños.

Entre los sectores más afectados, la industria farmacéutica y los centros de datos de la zona industrial reaccionaron en tiempo récord. Gracias a planes de contingencia y sistemas de energía autónoma, muchas compañías lograron mantener su operatividad parcial y, en algunos casos, completa.

Luis Suárez de Lezo, secretario general de la Asociación de Empresarios de Alcobendas (AICA), explicó que uno de los factores que ha evitado consecuencias mayores ha sido “la consolidación del teletrabajo en muchas oficinas, especialmente en firmas tecnológicas, de comunicación y consultoras, que pudieron seguir funcionando desde el primer momento con equipos conectados a baterías o líneas alternativas”.

Farmacéuticas y centros críticos: preparados para lo peor

Las empresas del sector salud actuaron con rapidez. “La producción se detuvo momentáneamente, pero no se comprometió el suministro de medicamentos gracias a los generadores”, explicó una fuente del sector a este periódico. Alcobendas es sede de varias compañías farmacéuticas de primer nivel, que aplicaron sus protocolos de emergencia para proteger las cadenas de frío y la conservación de materiales.

Del mismo modo, los centros de datos situados en el área empresarial de Valdelacasa y La Moraleja funcionaron con sistemas redundantes que evitaron la pérdida de información o la caída de servidores. Algunas de estas instalaciones prestan servicios a nivel nacional para entidades bancarias, aseguradoras y plataformas de servicios digitales.

El rol de la digitalización y la anticipación

Para AICA, este episodio es una prueba más de la importancia de invertir en resiliencia tecnológica y energética. “Los planes de continuidad de negocio que antes se veían como una formalidad ahora son una necesidad estratégica”, aseguran desde la asociación.

Además, destacan que la cooperación entre empresas del entorno, compartiendo recursos o incluso espacio físico, ha sido determinante para agilizar la vuelta a la normalidad.

Una lección para el futuro

Aunque todavía se están evaluando los costes económicos del apagón, los empresarios de Alcobendas coinciden en que la capacidad de reacción ha sido clave para evitar daños mayores. La experiencia ha reforzado la necesidad de estar preparados para escenarios inesperados, especialmente en zonas de alta densidad empresarial como el norte de Madrid.

El reto ahora será afinar aún más los protocolos de emergencia y asegurar que la transición energética en curso incluya garantías de estabilidad y suministro, incluso ante eventos extraordinarios como el vivido este lunes.